La pila de combustible es una tecnología lo suficientemente versátil y escalable para satisfacer los requisitos energéticos de casi todas las aplicaciones imaginables. Sin embargo, hay algunas aplicaciones especialmente sensibles en las que las pilas de combustible superan ampliamente a las alternativas tradicionales. Una de estas aplicaciones «clave» es el suministro de energía de respaldo a instalaciones remotas y, en particular, a las estaciones de repetición para telecomunicaciones en regiones en desarrollo, donde los sistemas con pila de combustible han aumentado rápidamente en los últimos dos años. El ritmo de adopción del teléfono móvil se dispara en estas regiones, y la conectividad portátil se está convirtiendo en un punto crucial para las actividades económicas: en la India, por ejemplo, se instalan actualmente unas 65.000 estaciones repetidoras nuevas cada año. Estas regiones, sin embargo, disponen de redes eléctricas poco desarrolladas e incapaces de garantizar niveles aceptables de disponibilidad, lo que genera una demanda creciente para sistemas de apoyo complementarios y para soluciones autosuficientes en energía, totalmente independientes de la red.
Los países industrializados, como el Reino Unido o EEUU, desarrollaron sus redes de telecomunicaciones en momentos en los que la generación de emisiones no era una gran preocupación, y la mayoría de repetidores remotos en estos países se apoyan en costosas baterías de plomo-ácido o en generadores diesel para su alimentación de respaldo. Los efectos perjudiciales del uso de generadores diesel son obvios, y aunque las baterías de plomo-ácido no producen emisiones durante su uso, plantean importantes preocupaciones medioambientales en su fabricación y eliminación. El 19% de las estaciones repetidoras que se están instalando en la India están alimentadas o hibridadas con energías renovables, y esto es indicativo de que los países en rápido desarrollo en la actualidad sí tienen en cuenta las responsabilidades ambientales derivadas de su progreso económico.
En este contexto de minimización del impacto ambiental, las pilas de combustible son superiores en dos aspectos esenciales: producen pocas o ninguna emisión durante su uso (dependiendo del combustible) y ofrecen una operación más versátil y fiable que las baterías de plomo-ácido o los generadores diesel. Si a esto se añade un reducido coste del ciclo de vida, en comparación con las baterías de plomo-ácido (gracias a la disminución en las necesidades de mantenimiento y sustitución), las pilas de combustible se convierten en una opción verdaderamente convincente. Es por estas razones que los sistemas con pila de combustible también han sido muy populares a la hora de reemplazar sistemas existentes, sobre todo en EEUU, donde se puso de relieve la insuficiencia de los sistemas de energía de respaldo tras el desastre del huracán Katrina. La fiabilidad de respuesta de los sistemas de pila de combustible quedó demostrada cuando varios fabricantes informaron del perfecto desempeño de sus sistemas de alimentación ininterrumpida durante el huracán Sandy.
Normalmente las pilas de combustible para generación de respaldo en telecomunicaciones se alimentan con hidrógeno, ya sea por medio de diversos tipos de contenedores transportables o por recarga de depósitos fijos con camiones cisterna. Obviamente, este último método es poco práctico en zonas remotas y de difícil acceso. Una alternativa son los sistemas con procesado de otros combustibles como metanol o etanol, líquidos y más faciles de almacenar, que ya ofrecen algunas compañías especializadas y que se están popularizando rápidamente.
Pero, ¿y si un sistema de respaldo no dependiera de ningún aporte externo de combustible para funcionar? Esta es otra rama de soluciones, basada en la generación in situ de hidrógeno, su almacenamiento y su posterior uso en una pila de combustible. Conceptualmente, el enfoque es ideal para localizaciones remotas: la electricidad generada por paneles solares o pequeños aerogeneradores (con apoyo de la red, si está disponible) se dirige a un electrolizador para generar hidrógeno, que va rellenando gradualmente el depósito de combustible y permite un funcionamiento completamente autónomo del sistema.
Artículo basado en el texto original «Why Fuel Cells for Telecoms Backup is a Good Call» publicado por Fuel Cell Today en junio de 2013.

